sábado, 14 de junio de 2014





q.e.p.d. “Doña Ondi, viuda de Malán”, a sus hijos: Don Mario, Carlos, Nelson y Ulises, y demás familia les envío un fuerte abrazo y les deseo una pronta resignación.

DE LA TENOCH A LOS ACAPULCOS (I parte)

Señoras y señores, en el extranjero a muchos Acapulco les viene significando México, y no es fortuito, que aunque como hemos dicho en otras ocasiones no somos historiadores, queremos de alguna manera orientar a quienes nos leen más allende de nuestras fronteras, puesto que a pesar de que ya no es el mismo tramo carretero -y que desde la “Ciudad de los Palacios” se puede tomar un avión-, hoy sigue significando hasta recurso de demagogia del presidente en turno.

Obligadamente necesitamos una línea del tiempo sobre gran parte de lo que hoy día es la línea 2 del metro (la azul). La monarquía Azteca utilizaba la calle de Iztapalapa como la única comunicación que por el lado sur tenía la isla de Tenochtitlán y estaba dividida en 2 tramos; en el encauzamiento de las calzadas Chimalpopoca y un poco a la izquierda en donde oblicuamente cae la que viene de Ixtapalapa.

Precisamente donde estuvo el fuerte Xoloc (o Xococo), donde un martes 8 de noviembre de 1519 se vieron por vez primera Moctezuma Zocyotzin (el Heredero del Flechador del Sol) y Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano (el extremeño); destruida completamente Tenochtitlán, al surgir la nueva metrópoli, la calle de Ixtapalapa volvió a tener desde los primeros días gran interés.

Y por ende tendremos que tomar el hoy por hoy Palacio de Gobierno -quien fuese casa de Hernán Cortés-, el cual fue edificado con lágrimas y sangre de los derrotados sobre las ruinas de la casa de Moctezuma.

Hasta que Luis de Velasco –primer Virrey-, le compró a Martín Cortés un 29 de enero de 1562, en un precio de 34 mil castellanos de a 14 reales de vellón y 10 maravedís cada uno, más de 9 mil pesos de tepuzque. Y así fue como la casa señorial pasó a ser propiedad de “La Corona” primero y de “La Nación” después.

Y es que la puerta central sirvió de punto de partida para los diferentes caminos de herradura, principalmente la del sur, por donde los españoles desde 1665 llevaron a los “encerrados forzados” (esclavos), de 2 en 2, encadenados a la miseria, teniendo como único compañero el látigo del encomendadero brutal hasta el último rincón de sus vidas, hasta Filipinas con salida por el puerto de Acapulco.

Así las cosas, la vieja calle de Ixtapalapa –hoy llamada avenida Pino Suárez-, pasa por Nextipac y Magdalena Mixihuacan (Chabacano, “La Magdalena”, el antiguo barrio donde realmente se edificó la Tenochtitlán, el lugar del rito, pues ahí llego la peregrinación Mexica). Lamentablemente muy pocos saben que es la cuna de la fundación de México.

En fin, atrás queda Tacubaya, la hacienda de “Los Portales”, donde “La División del Norte” disparó sus últimos cartuchos contra los invasores de 1847; 7.5 kilómetros desde la puerta del Palacio de Gobierno se llega hasta la calzada de Tlalpan (“Sobre la Tierra”, por lo que se deduce fue el primer pueblo fundado en tierra firme al lado sur del Valle de México).

Luego entonces, pasamos el puente sobre el exterminado riachuelo “Churubusco”, el cual fue exigido por el Tlatoani Itzcoatl, para unir por terraplén –en calidad de contribución de guerra a los tepanecos y xochimilcas al ser vencidos-, en el recorrido pasamos por Coyoacan, hasta el cauce con la del General Anaya.

Llegamos a San Miguel Topilejo, villoría de abolengo, pues hasta ahí llegaban las recuas que en el siglo XVII procedían de Acapulco, cargadas ya de sedas de China, y mantones de Manila que se vendían en el parían de la capital del virreinato, y por supuesto, los ricos minerales del Real de Taxco, para la acuñación argentífera de reales y doblones que saldrían por Veracruz hasta España.

2 kilómetros más adelante llegamos al “Ajusco” (un volcán extinguido que hace muchos siglos vomitó su lava sobre el valle, cubriendo con esa materia ígnea el “Pedregal de San Angel”), donde dicen los que hablan bonito “es el mejor punto de la carretera”, después de la caseta de peaje en el culebreado camino de asfalto se aprecia el descomunal D.F. de ahí pa´l real abordaremos “3 Marías”.


Bullanguero punto de parada gastronómico de barbacoa de borrego, su consomé, y demás comida exótica, como los inmejorables tlacoyos de huitlacoche o de hongos de la zona acompañados de café o champurrado; y de ahí empezamos el descenso a la Cuahanahuac de los Tlahuicas (“Cerca de los arboles”), fundada en 1529, desprendida de la jurisdicción de Taxco, hoy capital del estado de Morelos. Foto: Internet Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario