BRASIL VS MEXICO

Señoras y señores, en el celular, en la computadora, los estadios, que importa desviar un poco la mirada nos encontremos donde nos encontremos, está jugando la selección; muchos quisiéramos estar desocupados para estar en las blancas arenas, disfrutando de la atmosfera de entrañables paisajes que el océano atlántico y que la selva amazónica tienen, como dice el maestro José Emilio Pacheco: “No entiendo porque la vida es como es. Tampoco alcanzo a imaginar como podría ser de otra manera”.

Mientras la clase política no cambie, nuestro país está condenado a vivir en una recesión permanente, una crisis que no sólo se redunda en lo económico, navegamos sobre una sociedad en la que no encuentra mayor distractor que el mundial de futbol donde por supuesto con todo y todo –lo quiéranos o no-, siempre da gusto ver el deporte más popular del orbe.

No se trata de provocar un debate estéril, tanto Brasil como México padecemos una desigualdad social terrible, tanto las favelas, como los cinturones de miseria de nuestra república, son la prueba latente de que las administraciones no han funcionado en nada y no queda de otra que ya sea con samba o con mariachi festejar las victorias futboleras. “Planeta futbol”.

El debate de la reforma energética, no es nada más en estas fechas, Brasil como México sabemos que la corrupción no se puede ocultar ni con unos tragos de tequila ni con las “caipirinhas”; la cruda realidad es más que un dolor de cabeza, empero, el fútbol como deporte, nos deja una clara muestra que es mucho más que el negocio de la FIFA.

EPN festeja en el twitter, y muchos mexicanos lo hacen en el “Angel de la Independencia” –de manera particular recuerdo con los camaradas que lo hice hace 20 años y lamentablemente el entorno sigue estando cada vez peor-,o desde nuestros domicilios, los jóvenes no van a la escuela, los pedidos a las pizzerías estuvieron al por mayor, los cartones de cerveza ni se diga, pues por decenas se pueden contar en los establecimientos, mientras que insisto, otros amargados no nos queda más que contemplarlo desde la chamba.

¿Quién no se quiere poner “la verde”? – Gracias a Sarah por tan oportuno regalo-, cada quien tendrá sus motivos para no hacerlo, pero la alegría nacional es lo que tampoco se puede desdeñar, sea en  Salvador de Bahía –la primer capital de Brasil de la corona portuguesa-, o alguna típica cantina de Chilpancingo de la hoy rumbera calle “Zapata”.

Otra vez, ojalá y fuesen otras las condiciones sociopolíticas; techos de cartón, la quincena empeñada, todo mundo desea por lo menos olvidar por un instante que Camerún –igual de triste su realidad-, es una bocanada de oxigeno para seguir transgrediendo los recursos energéticos y de telecomunicaciones.

“Desde las tierras mundialistas”, llegan los ecos del gol, los ecos de las huelgas, los ecos de la vida cotidiana; otro trago hasta el fondo, pues faltan muchas horas para “enfrentar a los anfitriones”, lo que sin duda alguna paralizará al país, pues aunque muchos tengamos que estar “labuta” –trabalho- (trabajo), “¡¡¡QUE VIVA MEXICO!!!” Fotos: Pelucas Comentarios: www.noesegurasalazar.blospot.mx