lunes, 16 de junio de 2014





DE LA TENOCH A LOS ACAPULCOS (II PARTE)

Señoras y señores, ya hemos hablado en otras ocasiones de la sede del viejo “Palacio de Cortés”, lugar también en donde 1815 fue la transitoria de José María Teclo Morelos y Pavón, después de haber sido derrotado en Texmelucan, a quien por nombre le dan hoy por hoy al estado, Morelos.

Hoy prácticamente a un ritmo serpenteante y vertiginoso se pasa por Cuernavaca y la zona conurbada de la capital de la entidad, como Temixco (León de piedra), lugar que históricamente fue conservador insular, Xochitepec y su puente en el “Cerro de las flores”, donde al igual aun se observan las grande barrancas donde nace el rio Apatlaco cuyo cause regresa a Temixco.

Enseguida se llega a Alpuyeca (“Agua salada”), de fundación Azteca, empero, donde se cultivó por primera vez la caña, la cual fue traída por los españoles de las Islas Canarias primero a la de Santo Domingo, de ahí a Cuba y posteriormente a nuestro país, precisamente en estos parajes a los cuales ahora sólo se recuerdan por mantener casetas de peaje de la autopista más cara de América Latina.

Zona que sigue siendo de gran diversificación carretera, pues Puente de Ixtla (“Lugar donde abunda la obsidiana”) –San Mateo-, en sí, fue la primer caseta del virreinato, puesto que se cobraba una “limosna voluntaria” aprovechándose de la superstición para pasar su puente y “tener buena suerte” en el viaje.

Así las cosas, la historia de Puente de Ixtla, es la historia de su puente, por él han pasado en más de dos centurias muchos viajeros, excursionistas y aunque hoy día se pasa a kilómetros de distancia de la “Autopista del Sol”, sigue conectando a Morelos con Guerrero y sus salidas al Estado de México, Morelia, Guadalajara, Guanajuato, Querétaro y hacia más al Norte.

Hoy la autopista tampoco ya no pasa por Taxco, -Ciudad colonial y uno de los puntos conocidos como parte del “Triangulo del Sol”-;  Guerrero, es el estado montañoso por excelencia, ha donde el ferrocarril –más por cuestiones políticas y de intereses económicos-, sólo llegaría hasta Iguala “la Cuna de la Bandera Nacional”, cuya feria se celebra el 24 de febrero.
  
De Taxco a Mexcala se descienden 1010 metros, pero hoy sólo se pasa por arriba de “las aguas de color de acero” -sobre el puente “Solidaridad”-, que corre por una vaguada llena de acantilados y de ya una escasa vegetación que en su tiempo fue admirable, donde los moradores de Xalitla ofrecían sus Tapeixtles (hamacas) y otras artesanías a los transeúntes que cruzaban sus autos incluso en galiotes.

Lugares de intenso calor, muchos mosquitos y fuertes vientos, prácticamente quedaron a la merced del comercio local, parajes pintorescos como Zumpango del Río y los “gorros clonescos” de su iglesia y que en otros tiempos fuese sinónimo de poder eclesiástico y metálico por sus minas y la recaudación de impuestos que llevaban hasta la capital de la república mexicana.


En la actualidad aun esta la fama de sus quesos los cuales han ganado concursos hasta en Europa. Casi la misma realidad que vive la actual capital política, Chilpancingo, con su pozole y mezcal. Fotos: Internet Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspoto.mx

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