¡JUTICIA!,
¡¡JUSTICIA!!, ¡¡¡JUSTICIA!!!
Señoras y señores, “en
los diálogos del poder –incluyendo los faticos-”, el mensaje es claro y duro,
no nada más para el gremio periodístico, sino para la sociedad en general, esa
atmosfera de miedo en los umbrales de un proceso de elecciones, un ambiente de
impunidad donde de la manera más atroz se le puede quitar la vida a una
persona, independientemente de que allá sido periodista.
Entrada la tarde del
martes 03 de junio, a eso de las 03:00 p.m. –a tan sólo 4 días de la oficiosa
celebración del “Día de la Libertad de Expresión”-, una pareja sobre una
motocicleta en la avenida Alvarez, rebasa indebidamente por la derecha a una
unidad del transporte urbano cerca del centro de la ciudad, en donde se alcanza
a escuchar que el joven la plática a la dama: “hoy la marcha fue porque mataron
al periodista de Acapulco”.
Quedo satisfecho de
pensar de que por lo menos la movilización tuvo su efecto de visualizarnos en
la amorfa opinión pública, en donde también ya se filtra el oscuro mensaje de
que el comunicador en sus últimos días de vida tuvo un actuar fuera de los
renglones de la ley y que por eso tuvo tal desenlace: “ahí lo tienen, por eso
hay que hacer bien las cosas”, señalan las voces anónimas desde la
administración estatal.
Otro teatro demagógico al
más puro estilo de la actual gubernatura, pues luego del aquelarre en la sede
de la 35 zona militar del medio día del 02 de junio, y de otra pantomima del gobernante
quien prometía una reunión a las 19:00 horas del lunes, la cual no se efectuó,
pues a la par los reporteros se enteraban que desafortunadamente había sido encontrado
sin vida el periodista Jorge Torres Palacios, lo cual provocó una intensa
reunión que terminó con un documento de protesta redactado al filo de la
madrugada.
Como ya va siendo
costumbre, hoy las redes sociales son el mejor vehículo de comunicación para
convocar, en esta ocasión a una marcha de silencio en memoria del malogrado
comunicador; la cita fue a las 08:00 a.m. en la plaza de la “Libertad de
Expresión”, desde donde el decidió contingente salió por la avenida Ignacio
Ramírez, para luego tomar Alemán y Lázaro Cárdenas, hasta pasar frente a CU y
el Congreso estatal hasta la PGR.
Donde “un federal ministerial”
fue el “IBM” que se acercó hasta el enrejado para “tomar nota” de la solicitud
de audiencia de los manifestantes, así que luego de irse a dar su vuelta
regresó diciendo que sólo dos podían pasar, empero sin cámaras, ni grabadoras y
que forzosamente necesitaban credencial de elector –y por si fuese poco que no
le tomaran a él fotos, mientras el sí lo hacía-, por lo que una compañera tuvo
que ser relevada.
Palabras más, palabras
menos, que el oficio de denuncia tenía que ser personalizado al “delegado” para
poder proceder, cuando de antemano se sabe que por oficio, la gris PGR es la única
instancia gubernamental que cuenta con una fiscalía especial por delitos de
prensa, la cual, per se, tiene que atraer el caso.
Pese a que desde la
mañana, algunos medios oficiosos se apuraron a legitimar el desvergonzarte
comunicado donde la administración estatal declara como siempre incompetente a
la procuraduría estatal, además de amagar con más saliva para decir que se hará
una investigación “a fondo” del asesinato del servidor público -tal como los “asesores
en comunicación del aparato” perversamente apuraron a las salas de prensa a
calificar a Jorge Torres Palacios-, los periodistas salieron a la calle a
expresar su sentir por medio de las diversas pancartas.
En fin, que luego de
estar en la inútil dependencia, los pasos de los comunicadores se dirigieron al
palacio de gobierno, en donde una vez más las cartulinas quedaron pegadas en el
muro metálico, mientras agentes de gobernación y policías se apuraban a grabar la
lectura y a la vez tomar graficas de los manifestantes y del documento de
condena. Pues cuando el sol estaba en pleno zenit, fue mudo testigo de los
gritos de ¡justicia!, ¡¡justicia!!, ¡¡¡justicia!!! q.e.p.d. Jorge Torres
Palacios Fotos: Visión 2000 Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx
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