HASTA LUEGO MAESTRO GABO

Señoras y señores, Aracataca, Colombia, es un pueblo enclavado al norte del departamento de Magdalena, en la subreregión Sierra Nevada de Santa Marta, a 4 horas por carretera de Cartagena de Indias, perteneciente pues a la zona bananera y que se ha hecho mundialmente célebre por ser la cuna del fotógrafo y caricaturista León Matiz Espinoza y por supuesto, del premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez (GABO).

Personaje sobre el que precisamente platicábamos animadamente la mañana del jueves con Diego Díaz Padua, abundando sobre los domicilios, pues en Aracataca prácticamente es un museo y en el de Cartagena, pues hay hasta versiones encontradas en las que dicen que la cuida la hermana de GABO y otras que señalan que la propiedad ya fue comprada por el polémico artista desechable juvenil Justin Bieber.

Casa de color “mamey” con una grandes palmeras y un más frondoso almendro que se encuentra precisamente a un lado del hotel “Makondo” –si, así lo escriben allá, con “k”-, y que hace esquina frente a la muralla que mira hacia el océano atlántico, donde por las noches llegan a registrase fuertes rachas de viento.

Lo cierto es que parlábamos que el novelista colombiano afincado desde muy joven en la capital Bogotá -la cual por carretera se encuentra a 22 horas de Cartagena y a unos 45 minutos en avión-, estudio derecho y periodismo e inició con sus primeras colaboraciones en el diario “El Espectador” –el cual actualmente tiene un costo de mi 600 pesos colombianos- e incluso usted lo puede adquirir en las tiendas del “Aeropuerto internacional El Dorado”,  hasta en una práctica bolsa de plástico.

La plática ya estaba avanzada y sobre el tenor de como siempre estuvo comprometido con los movimientos de izquierda, al grado de que García Márquez siguió muy de cerca la insurrección guerrillera cubana hasta su triunfo en 1959, haciéndose “mucho, muy su amigo” de Fidel Castro Rus, participando también en la fundación de Prensa Latina -la agencia de noticias de Cuba-.

Les decía, en eso estábamos aun más entrados en la conversación con Díaz Padua, argumentando como en el libro “De la Ficción a la Realidad”, GABO reconoció al escritor mexicano Juan Rulfo como su maestro del realismo y que incluso era capaza de citar párrafos completos de “Pedro Paramo”, cuando los medios “del mundo mundial”, daban a conocer que el autor de “Cien años de Soledad” estaba siendo hospitalizado.

Buenos, de hecho, José Gabriel Ortiz, embajador de Colombia en México, declaraba en “Radio Caracol”, Colombia, que había sido encamado. En fin, lo cierto es que el 6 de marzo –cuando cumplió 87 años- fue la última aparición pública, recibiendo en su casa de Coyoacán, flores y pasteles de parte de amigos, vecinos y sobre todo “aporreateclas”, pues como concluíamos con Diego Díaz, para el gremio sigue siendo un referente romántico, máxime cuando señala que el periodismo “es el oficio más bello del mundo”.

Un abrazo fuerte a Gustavo Salazar Adame –hermano de Florencio Salazar Adame, ex embajador de México en Colombia-, a quien también este jueves le vi en las inmediaciones de la colonia “Guerrero 200” y en cuyas oficinas de redacción conserva un hermoso trazado del gran GABO. Finalmente tras días de convalecencia, el Nobel colombiano Gabriel García Márquez dejó de existir fisicamente este Jueves Santo -17 de abril- en su casa del D.F. "como una crónica de una muerte anunciada", "Makondo esta de luto", "más de cien años de soledad dejara Gabo", aunque como el decia "Grandeza es morir y seguir existiendo R.I.P Gabriel García Márquez. Foto: Visión 2000 Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx