miércoles, 16 de abril de 2014









LOS ENCRUZADOS, FLAGELADOS Y PENITENTES

Señoras y señores, fue en la ciudad de Roma, Italia, que en el año de 1325, se instituyó la celebración de la Semana Santa, que es la rememoración de la pasión y muerte de Jesús; a Taxco, llegó en 1598 por medio de la orden Franciscana quienes la realizaban en el ex convento de San Bernardino.

Con el objetivo de evangelizar a los indígenas nahuas, mazatecos, chontales y tlahuicas, adaptando la tradición de “Los Empalados” de Extremadura, España, a las prácticas de los nativos que con espinas se producían dolor para tener contentos a los dioses; se dice que el primer “Encruzado” fue Sebastián de la Madre de Dios, a quien las autoridades de dicha religión asesoraban y le encomendaron dar ejemplo y cumplir con la penitencia.

Siendo pues en el año de 1759 que “Los Encruzados” salieron a las empedradas calles, partiendo de la parroquia de Santa Prisca -que se acababa de construir en ese año-; la tradición fue ininterrumpidamente, hasta que en 1926 llegó la Guerra Cristera; para 1949 la tradición cobra tanta fuerza que coloca a Taxco en la fama internacional.

Debido a que en ese año Cándido Sánchez Orihuela –oriundo de Tepecoacuilco, donde es una tradición muy arraigada como en Iguala-, introduce “Los Flagelantes”, -otra agrupación, igual encapuchados y descalzos con una falda negra, empero, sobre sus brazos y al frente llevan una pesada cruz de madera de metro y medio aproximadamente, que cuando la descansan se hincan, rezan y se golpean la espalda con un cordón en forma de látigo que en la punta llevan clavos y plomo con los cuales se desgarran la piel y algunos todavía al otro día cargan los rollos de espinas-. Parecido al que utilizaba San Nicolás Tolentino, monje agustino que en 1210 realizaba esta penitencia imitando a Cristo en su pasión, -por ello es conocido como el santo patrono de los penitentes-.

En 1953, con la intervención del entonces obispo Fidel Cortés Pérez, la iglesia acepta a la hermandad de “Los Encruzados” – sólo varones, pues según su propio reglamento todos deben ser mayores de 18 años-, casados tanto por la iglesia católica, como por el civil, se preparan arduamente, para ingresar hay una sala de espera de un año, tiempo en el cual son observados en su comportamiento, hoy lo hacen de manera anónima, cargando no nada más los cerca de 50 a 70 kilos de varas de zarzamora, sino un mito de que son delincuentes o con antecedentes criminales.

Además deben confesarse mínimamente 4 veces al año, acudir a 2 retiros espirituales y asistir a las 3 juntas anuales de la hermandad, hay quienes llevan 40 años participando y otros que lo hacen sólo por 2, 3 o 5 años –dependiendo de su “manda”-. Por eso es que ahora se cuentan por cientos.

En 1985 se creó el Comité Preservador de Semana Santa en Taxco, para organizar las procesiones y ceremonias extralitúrgicas, debido a que los tumultos de turistas locales, nacionales y extranjeros las habían vuelto caóticas; así las cosas, una mezcla del sincretismos taxqueño y la región norte del estado de Guerrero –porque decíamos, también se realiza en Iguala y Tepecuacuilco, Tecapulco, Paintla, Acamixtla, Arroyo, Casahuates y Taxco el viejo -.

En la actualidad son 5 hermandades de “Encruzados” y 3 de “Animas”, -una agrupación de damas que al igual, en el anonimato asisten con el capirote (encapuchadas) y amarradas de pies y manos con gruesos grilletes y cadenas, incluso algunas van hincadas; las procesiones sólo se realizaban el Jueves y Viernes Santo, pero debido al número creciente de penitentes y de afluencia turística, desde 1997 se efectúan recorridos nocturnos a partir del martes de la Semana Mayor.

Así, amarrados por un “cabestro” el cual pasan por la boca, con la cera ardiendo, el incienso, el sudor y la sangre, recorren las callejuelas de la ciudad platera, con el capirote, una falda negra y los pies descalzos.

Juntos, varones y mujeres salen el Martes Santo, cargando al Cristo Siervo de Dios y a San Nicolás Tolentino; “Los Flagelados” y “Penitentes”, todos recorren aproximadamente 3 kilómetros, nunca se ha presentado ningún deceso por el gran esfuerzo que realizan, pero si muchos han abandonado la penitencia en el trayecto del recorrido por el agotamiento, a pesar de que realizan ejercicios de entrenamiento.

De hecho, es en el mes de febrero cuando inician la conmemoración a la Semana Santa, siendo el “Martes de Carnaval”, que se homenajea al Cristo de Ojeda, en la capilla del barrio que lleva ese apelativo, en cuyo atrio se efectúa una verbena popular con fuegos artificiales y venta de antojitos mexicanos.

Pero, el Domingo de Ramos, desde Tehuilotepec –a 5 km. de Taxco-, a las 7 a.m. parte la procesión de Jesús montado en un asno, llevando flores y palmas, hasta el templo del ex convento de San Bernardino de Siena y luego de la bendición de las palmas a la parroquia de Santa Prisca.

Se regalan “aguas frescas” –de frutas naturales y de la temporada-; dentro del Lunes Santo, se desarrolla la procesión de las vírgenes, a las 9 de la noche, participando en esta procesión la virgen de la Candelaria del poblado de Landa, la de los Remedios, del Sagrado Corazón, de Fátima, de Lourdes y la Purísima Concepción, presidiendo el recorrido la virgen de la Natividad que se venera en el templo de Guadalupe.
  
Son sólo jóvenes mujeres pertenecientes a su cofradía las que las llevan entre hombros, descalzas y vestidas de blanco, acompañadas con la música de “chirimía” –mezcla de prehispanismo y sonidos coloniales a base de violines flautas y tambores-; para el Martes Santo como decíamos líneas arriba se efectúa la procesión de las ánimas iniciando también en la capilla de San Nicolás.

Las imágenes que cargan al igual en hombros son: el Cristo de la capilla de San Miguel, de San Rafael, del Padre Jesús y esculturas que representan las animas benditas del purgatorio, en este recorrido nocturno se incorporan ya “Los Encruzados”, “La Hermandad de las Animas” y “los Penitentes”.

La solemnidad es impresionante, prácticamente el pueblo enmudece y lo único que se escuchan son las cadenas sobre el empedrado así como los latigazos sobre la piel desnuda; Miércoles y Jueves Santo, la imagen que preside la procesión es la Santísima Trinidad que se venera en la iglesia, igual, del mismo nombre.

La acompañan 12 varones –representando los 12 apóstoles-, además llevan al Cristo de Oro, que se venera en la iglesia de San Miguel, el Cristo de Pilita, del templo de la Santísima Trinidad, el Cristo de los Plateros, del templo del ex convento de San Bernardino de Siena e incluso un Cristo más pequeño de un particular –ahora cada vez son más-.

El Jueves Santo, a las 10 de la mañana se instala en el atrio de la parroquia de Santa Prisca, una escenografía que representa el “huerto de Getsemaní”, donde colocan una imagen de Jesús en oración y otra de un ángel que le entrega un cáliz, así como niñas vestidas de ángeles.

Al medio día en la plazuela de “La Garita” se lleva a cabo la recepción de los cristos de los poblados de Xochula, Tehuilotepec, Zacatecolotla, Hueymatla y Cerro Gordo, mismo que son trasladados al santuario del Señor de la Santa Veracruz y a las 2 de la tarde en la plazuela de San Nicolás se reúnen los centuriones –popularmente conocidos como judíos-.

Por la noche, al igual que en otros puntos geométricos se realiza el “lavatorio de pies”, mientras los centuriones buscan a Jesús en compañía de Judas; en la plaza Borda, se acercan a la efigie del Cristo de la Columna de Santa Prisca, le despojan de sus vestiduras, le vendan los ojos y lo visten con una túnica blanca, luego entonces, se lleva a cabo la procesión de “El Prendimiento”. el Viernes Santo a las 6 a.m. en la capilla de San Nicolás Tolentino se lleva a cabo el Sermón de la Condenación.
  
Desde Santa Prisca, las hermandades de “Los Encruzados” son acompañados de la imagen de San Pedro, algunos portan un farol que representa la búsqueda del maestro; a las 11 p.m. quien representa a Poncio Pilatos, dicta la sentencia en el altar mayor de la capilla de San Nicolás y ante la imagen de un Cristo atado a una pilastra, los fieles llevan a cabo el intercambio de monedas que consiste en dar una limosna a cambio de monedas benditas que se guardan como reliquias.

El Señor de la Columna de Santa Prisca, es el que permanece atado, al medio día ya en el zócalo frente a la parroquia de Santa Prisca se escenifican la procesión de las Tres Caídas, donde el Pregonero es el que va relatando los sucesos –se utiliza un Cristo crucificado que tiene coyunturas móviles-, a las 5 de la tarde el Señor del Santo Entierro es llevado en un ataúd de cristal acompañado de la virgen de los Dolores.

Junto con María Magdalena y San Juan Evangelista –ambas imágenes del templo de la Veracruz-, y “Los Encruzados”; a la media noche se lleva a cabo la procesión del Silencio –prohibiéndose la venta de alcohol y cualesquier tipo de música en los lugares aledaños-; el Sábado de Gloria a las 10 de la noche se efectúa la misa solemne de Vigilia Pascual y a la media noche la de Resurrección.

El Domingo de Resurrección a las 5 de la tarde se lleva a cabo la última procesión, desde la capilla del ex convento de San Bernardino, pasando por la parroquia de Santa Prisca, hasta la capilla de la Santísima Trinidad con la imagen del Cristo Redentor.


Los rollos de espinas de zarzamoras tienen un costo aproximado de 400 pesos, al final “Los Encruzados”, “La Hermandad de las Animas” y sobre todo “Los Flagelados”, curan sus heridas con agua mineral, alcohol y benzal; Una tradición centenaria que usted la tiene que observar en la Semana Santa, en Taxco de Alarcón, Guerrero, México. Fotos: ABC Radio Taxco Comentarios: www.nosegurasalazar.blogspot.mx  

No hay comentarios:

Publicar un comentario