LOS
ENCRUZADOS, FLAGELADOS Y PENITENTES
Señoras y señores, fue
en la ciudad de Roma, Italia, que en el año de 1325, se instituyó la
celebración de la Semana Santa, que es la rememoración de la pasión y muerte de
Jesús; a Taxco, llegó en 1598 por medio de la orden Franciscana quienes la
realizaban en el ex convento de San Bernardino.
Con el objetivo de
evangelizar a los indígenas nahuas, mazatecos, chontales y tlahuicas, adaptando
la tradición de “Los Empalados” de Extremadura, España, a las prácticas de los
nativos que con espinas se producían dolor para tener contentos a los dioses; se
dice que el primer “Encruzado” fue Sebastián de la Madre de Dios, a quien las
autoridades de dicha religión asesoraban y le encomendaron dar ejemplo y
cumplir con la penitencia.
Siendo pues en el año
de 1759 que “Los Encruzados” salieron a las empedradas calles, partiendo de la
parroquia de Santa Prisca -que se acababa de construir en ese año-; la
tradición fue ininterrumpidamente, hasta que en 1926 llegó la Guerra Cristera;
para 1949 la tradición cobra tanta fuerza que coloca a Taxco en la fama
internacional.
Debido a que en ese año
Cándido Sánchez Orihuela –oriundo de Tepecoacuilco, donde es una tradición muy
arraigada como en Iguala-, introduce “Los Flagelantes”, -otra agrupación, igual
encapuchados y descalzos con una falda negra, empero, sobre sus brazos y al
frente llevan una pesada cruz de madera de metro y medio aproximadamente, que
cuando la descansan se hincan, rezan y se golpean la espalda con un cordón en
forma de látigo que en la punta llevan clavos y plomo con los cuales se
desgarran la piel y algunos todavía al otro día cargan los rollos de espinas-.
Parecido al que utilizaba San Nicolás Tolentino, monje agustino que en 1210
realizaba esta penitencia imitando a Cristo en su pasión, -por ello es conocido
como el santo patrono de los penitentes-.
En 1953, con la
intervención del entonces obispo Fidel Cortés Pérez, la iglesia acepta a la
hermandad de “Los Encruzados” – sólo varones, pues según su propio reglamento
todos deben ser mayores de 18 años-, casados tanto por la iglesia católica,
como por el civil, se preparan arduamente, para ingresar hay una sala de espera
de un año, tiempo en el cual son observados en su comportamiento, hoy lo hacen
de manera anónima, cargando no nada más los cerca de 50 a 70 kilos de varas de
zarzamora, sino un mito de que son delincuentes o con antecedentes criminales.
Además deben confesarse
mínimamente 4 veces al año, acudir a 2 retiros espirituales y asistir a las 3
juntas anuales de la hermandad, hay quienes llevan 40 años participando y otros
que lo hacen sólo por 2, 3 o 5 años –dependiendo de su “manda”-. Por eso es que
ahora se cuentan por cientos.
En 1985 se creó el
Comité Preservador de Semana Santa en Taxco, para organizar las procesiones y
ceremonias extralitúrgicas, debido a que los tumultos de turistas locales,
nacionales y extranjeros las habían vuelto caóticas; así las cosas, una mezcla
del sincretismos taxqueño y la región norte del estado de Guerrero –porque decíamos,
también se realiza en Iguala y Tepecuacuilco, Tecapulco, Paintla, Acamixtla,
Arroyo, Casahuates y Taxco el viejo -.
En la actualidad son 5
hermandades de “Encruzados” y 3 de “Animas”, -una agrupación de damas que al
igual, en el anonimato asisten con el capirote (encapuchadas) y amarradas de
pies y manos con gruesos grilletes y cadenas, incluso algunas van hincadas; las
procesiones sólo se realizaban el Jueves y Viernes Santo, pero debido al número
creciente de penitentes y de afluencia turística, desde 1997 se efectúan recorridos
nocturnos a partir del martes de la Semana Mayor.
Así, amarrados por un “cabestro”
el cual pasan por la boca, con la cera ardiendo, el incienso, el sudor y la
sangre, recorren las callejuelas de la ciudad platera, con el capirote, una falda
negra y los pies descalzos.
Juntos, varones y
mujeres salen el Martes Santo, cargando al Cristo Siervo de Dios y a San
Nicolás Tolentino; “Los Flagelados” y “Penitentes”, todos recorren
aproximadamente 3 kilómetros, nunca se ha presentado ningún deceso por el gran
esfuerzo que realizan, pero si muchos han abandonado la penitencia en el
trayecto del recorrido por el agotamiento, a pesar de que realizan ejercicios
de entrenamiento.
De hecho, es en el mes
de febrero cuando inician la conmemoración a la Semana Santa, siendo el “Martes
de Carnaval”, que se homenajea al Cristo de Ojeda, en la capilla del barrio que
lleva ese apelativo, en cuyo atrio se efectúa una verbena popular con fuegos
artificiales y venta de antojitos mexicanos.
Pero, el Domingo de Ramos,
desde Tehuilotepec –a 5 km. de Taxco-, a las 7 a.m. parte la procesión de Jesús
montado en un asno, llevando flores y palmas, hasta el templo del ex convento
de San Bernardino de Siena y luego de la bendición de las palmas a la parroquia
de Santa Prisca.
Se regalan “aguas frescas”
–de frutas naturales y de la temporada-; dentro del Lunes Santo, se desarrolla
la procesión de las vírgenes, a las 9 de la noche, participando en esta
procesión la virgen de la Candelaria del poblado de Landa, la de los Remedios,
del Sagrado Corazón, de Fátima, de Lourdes y la Purísima Concepción, presidiendo
el recorrido la virgen de la Natividad que se venera en el templo de Guadalupe.
Son sólo jóvenes mujeres
pertenecientes a su cofradía las que las llevan entre hombros, descalzas y
vestidas de blanco, acompañadas con la música de “chirimía” –mezcla de
prehispanismo y sonidos coloniales a base de violines flautas y tambores-; para
el Martes Santo como decíamos líneas arriba se efectúa la procesión de las ánimas
iniciando también en la capilla de San Nicolás.
Las imágenes que cargan
al igual en hombros son: el Cristo de la capilla de San Miguel, de San Rafael,
del Padre Jesús y esculturas que representan las animas benditas del
purgatorio, en este recorrido nocturno se incorporan ya “Los Encruzados”, “La
Hermandad de las Animas” y “los Penitentes”.
La solemnidad es
impresionante, prácticamente el pueblo enmudece y lo único que se escuchan son
las cadenas sobre el empedrado así como los latigazos sobre la piel desnuda; Miércoles
y Jueves Santo, la imagen que preside la procesión es la Santísima Trinidad que
se venera en la iglesia, igual, del mismo nombre.
La acompañan 12 varones
–representando los 12 apóstoles-, además llevan al Cristo de Oro, que se venera
en la iglesia de San Miguel, el Cristo de Pilita, del templo de la Santísima
Trinidad, el Cristo de los Plateros, del templo del ex convento de San
Bernardino de Siena e incluso un Cristo más pequeño de un particular –ahora cada
vez son más-.
El Jueves Santo, a las
10 de la mañana se instala en el atrio de la parroquia de Santa Prisca, una escenografía
que representa el “huerto de Getsemaní”, donde colocan una imagen de Jesús en
oración y otra de un ángel que le entrega un cáliz, así como niñas vestidas de ángeles.
Al medio día en la
plazuela de “La Garita” se lleva a cabo la recepción de los cristos de los poblados
de Xochula, Tehuilotepec, Zacatecolotla, Hueymatla y Cerro Gordo, mismo que son
trasladados al santuario del Señor de la Santa Veracruz y a las 2 de la tarde
en la plazuela de San Nicolás se reúnen los centuriones –popularmente conocidos
como judíos-.
Por la noche, al igual
que en otros puntos geométricos se realiza el “lavatorio de pies”, mientras los
centuriones buscan a Jesús en compañía de Judas; en la plaza Borda, se acercan
a la efigie del Cristo de la Columna de Santa Prisca, le despojan de sus
vestiduras, le vendan los ojos y lo visten con una túnica blanca, luego
entonces, se lleva a cabo la procesión de “El Prendimiento”. el Viernes Santo a
las 6 a.m. en la capilla de San Nicolás Tolentino se lleva a cabo el Sermón de
la Condenación.
Desde Santa Prisca, las
hermandades de “Los Encruzados” son acompañados de la imagen de San Pedro, algunos
portan un farol que representa la búsqueda del maestro; a las 11 p.m. quien
representa a Poncio Pilatos, dicta la sentencia en el altar mayor de la capilla
de San Nicolás y ante la imagen de un Cristo atado a una pilastra, los fieles
llevan a cabo el intercambio de monedas que consiste en dar una limosna a
cambio de monedas benditas que se guardan como reliquias.
El Señor de la Columna
de Santa Prisca, es el que permanece atado, al medio día ya en el zócalo frente
a la parroquia de Santa Prisca se escenifican la procesión de las Tres Caídas,
donde el Pregonero es el que va relatando los sucesos –se utiliza un Cristo
crucificado que tiene coyunturas móviles-, a las 5 de la tarde el Señor del
Santo Entierro es llevado en un ataúd de cristal acompañado de la virgen de los
Dolores.
Junto con María Magdalena
y San Juan Evangelista –ambas imágenes del templo de la Veracruz-, y “Los
Encruzados”; a la media noche se lleva a cabo la procesión del Silencio –prohibiéndose
la venta de alcohol y cualesquier tipo de música en los lugares aledaños-; el Sábado
de Gloria a las 10 de la noche se efectúa la misa solemne de Vigilia Pascual y
a la media noche la de Resurrección.
El Domingo de
Resurrección a las 5 de la tarde se lleva a cabo la última procesión, desde la
capilla del ex convento de San Bernardino, pasando por la parroquia de Santa
Prisca, hasta la capilla de la Santísima Trinidad con la imagen del Cristo
Redentor.
Los rollos de espinas
de zarzamoras tienen un costo aproximado de 400 pesos, al final “Los Encruzados”,
“La Hermandad de las Animas” y sobre todo “Los Flagelados”, curan sus heridas
con agua mineral, alcohol y benzal; Una tradición centenaria que usted la tiene
que observar en la Semana Santa, en Taxco de Alarcón, Guerrero, México. Fotos:
ABC Radio Taxco Comentarios: www.nosegurasalazar.blogspot.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario