LA CERVEZA

Señoras y señores, desde el código de Hammurabi -1700 a.c.-, ya tenía leyes acerca de su consumo; incluso en la Biblia hay menciones cercanas a ella, lo cierto es que desde que el hombre cultivó cereales, no hay ningún pueblo que a la fecha la consuma, por eso dicen que “es la bebida sana de los pueblos fuertes”.

Los babilonios consumían las que preparaban las sacerdotisas, para los egipcios la primer cerveza dicen que fue preparada por Osiris, en fin, que fue tan popular que hasta podían pagar impuestos con ella y fueron los primeros en comercializarla, por eso griegos y romanos la adoptaron.

Y de ahí pal real del mediterráneo hasta los pueblos del norte de Europa, donde en la edad media tuvo gran auge; en México bajo el dominio español, fuel 6 de julio de 1542, cuando el emperador Carlos V concedió a Alonso de Herrera, el permiso para establecer un expendio de cerveza.

El cual se construyó en las faldas del Iztaccíhuatl en una hacienda llamada “El Portal”, siempre y cuando “la Corona” recibiera un tercio de las ganancias de su comercialización; En el México independiente, la primera cerveza popular se llamaba “Del hospicio de los pobres”, nombrada así porque se vendía en la calle de Revillagigedo –en la Ciudad de México-, donde se encontraba dicho hospicio fundado por el canónigo Fernando Ortiz Cortés en 1763.

Así las cosas, para el siglo XIX ya habían más de 20 fábricas cerveceras en el país y en 1865 comenzó a funcionar la Compañía Cervecera Toluca y México, que después de varias fusiones y adquisiciones se convertiría hoy en el Grupo Modelo que producía en aquel entonces cerca de dos millones de litros anuales, y la cual en junio de este año ha acordado con la empresa belga Anheuser-Bush, la adquisición del 50% que le faltaba del capital de la firma mexicana por 20.100 millones de dólares.

En lo particular me gusta la cerveza oscura -no clara en botella oscura-, es decir Victoria y si no hay pues la de Barrilito, que son cervezas tipo lagers, es decir, de baja fermentación que son producidas con levaduras que trabajan “en frio”-a temperatura ambiente entre 06º y 12ºC y que se caracterizan porque una vez cumplida la misión de transformar el azúcar del mosto en gas carbónico y alcohol, las levaduras se depositan en el fondo del tanque.

Actualmente hay cerveza de todos tipos y excentricidades y en nuestro país se producen más de seis millones de litros de cerveza cada año, bebiéndose alrededor de 60 litros per cápita, colocándonos en el lugar 31 en consumo cervecero, detrás de países como la República Checa –líder mundial-, que consume 159 litros por persona al año, e Irlanda y Alemania, que cada temporada se disputan el segundo lugar.

“Esto no puede ser más que un pequeño sorbo del delicioso mundo de la cerveza”, que como dice Miguel Aguilar: “la cerveza no es una bebida o un alimento más, es mi compañera, mi amiga, para cualquiera puede ser un six-pack, para mí, un grupo de apoyo, mi relax y la mejor acompañante de todo alimento”.