jueves, 28 de agosto de 2014



“MI PATRIA, ES PRIMERO”

Señoras y señores, tuvo como marco las montañas y el mar del sur, comandante de los revolucionarios, que en mayo de 1809 en la Junta Central Suprema convocó  a una especie de Congreso con el fin de redactar una Constitución que fue moderada por poderes legislativo y judicial.

Los Galeana y los Bravo (Miguel, Víctor, Máximo, Casimiro y Nicolás), fueron hacendados, familias de verdad influyentes en la región, armados y con buenos caballos, el, sólo aportó su persona, pero destacó por su valor y su inteligencia, su astucia, su disciplina, su capacidad para conservar la calma en situaciones desesperadas.

Cuando la guerra fue un mal necesario, estableció un buen gobierno, en Tecpan emitió dos bandos, “la guarda de los puertos y que recogieran en los pueblos los impuestos”, hasta que en la propia Tixtla fue la sede de la vanguardia insurgente con la bandera color siena tostado, dividida en cuatro por una cruz negra con una calavera al centro, en señal de luto por la muerte de Hidalgo.

Luchó cuerpo a cuerpo, bajo aguaceros, con bayonetas, con machetes, de noche a la luz de los relámpagos hasta que provocaba las desbandadas, hasta fundar la república representativa, para promover la educación y la prosperidad, las libertades de comercio y de expresión.

En 1817 siguió a los liberales españoles que desembarcaron en Soto la Marina, Tamaulipas, junto con ingleses y estadounidenses que pelearon contra los franceses, llegó a tener al mando a más de 4 mil hombres y el 22 de septiembre la Junta del Balsas comenzó a funcionar como un gobierno autónomo.

Informado de los movimientos independentistas de 1816 de las Provincias Unidas de la Plata (hoy Argentina), Chile en 1818 y Colombia en 1819, así como la Constitución de Cádiz que impulsó la educación pública, redundó el 15 febrero en el pacto de Teloloapan, no de Acatempa.

Proclamó el 24 de febrero de 1821 el plan de Iguala, siempre marchando en la guerra de independencia, con la ilusión de las ideas liberales, apoyando a Juan O´Donoju, el ultimo virrey de la Nueva España, ese general liberal, amigo del padre de Mina y de los jefes de la revuelta española de 1820.

La mañana del 27 de septiembre entró con el ejercito trigarante a la capital del país y a las nueve de la noche del día siguiente firmó el acta de independencia, le fue reconocido el grado de general y la capitania del sur y después de 1827 fue gran maestre del rito de York expresando las ideas liberales por medio del periódico “El Aguila Mexicana”.

Liberal radical que en 1829 dictó la defensa contra la reconquista española triunfando el 11 de septiembre, por eso fue un indomable patriota que sólo pudo sostener la causa de independencia y el fuego sagrado de la libertad y que sigue siendo ejemplo contra los rastreros y vende patrias de hoy día, pues muy pocos siguen el ejemplo de aquella anécdota:


“Compañeros, -les dijo-, veis a este anciano respetable, es mi padre, viene a ofrecerme empleos y recompensas a nombre de los españoles. Yo he respetado siempre a mi padre; pero mi patria es primero”, eso lo dijo un  29 de agosto, empero de 1820, cosa que muchos hoy sólo colocan como mera hipocresía. Comentarios: wwww.noesegurasalazar.blogspot.mx 

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