GUERRERO
(I parte)
Señoras y señores, a
petición de quienes nos leen más allá de nuestras fronteras, me permitiré actualizar
algunos datos que se han ido incrementando al antecedente histórico de nuestro
solar suriano, con la única finalidad de dejar un panorama más claro del sitio
en donde nos ha tocado vivir.
Como muchos saben el
territorio que ocupa actualmente la entidad estuvo habitado por grupos nómadas
que recorrieron las distintas regiones en busca de alimento y refugio; los
vestigios más antiguos se han localizados desde 22 mil años antes de nuestra
era y son los restos humanos encontrados en los límites de los estado de
Guerrero y Morelos, en el lugar conocido como “Cueva Encantada”.
Entre los años 5 mil y
7 mil antes de nuestra era, se empezaron a establecer algunas aldeas en los márgenes
de los ríos y a orillas de los lagos y se desarrollaron las técnicas del tejido
la cerámica, la cestería y se perfeccionaron los instrumentos de trabajo:
puntas de flecha, navajas, hachas, huesos tallados, dibujos en las paredes,
etc.
El establecimiento de
aldeas fijas es un indicador importante, uno de los asentamientos de este tipo
más remoto de los que se han localizado en el país, corresponde al hallado en
Puerto Marqués, cerca de Acapulco, en donde se han encontrado objetos de cerámica,
precisamente con una antigüedad de más de 5 mil años.
Con el paso del tiempo,
el teocintle (grano antecesor del maíz) y el xoloitzcuintle (perro desnudo),
que abundaban, fueron convirtiéndose en la base de la alimentación de estos
grupos, influyendo en el desarrollo físico; de esta forma, la organización
familiar se transformó en organización tribal y se dieron las primeras formas
de división del trabajo.
La cultura mezcala,
tuvo un asiento en los márgenes del rio del mismo nombre (también conocido como
Balsas) y se diseminó hacia la costa del Pacifico, la Tierra Caliente y la sierra.
Tuvieron un estilo propio y original en la escultura y la cerámica, que se
caracteriza por su sencillez, como se aprecia en los trabajos de jadeíta, jade,
riolita, serpentina, basalto y pedernal, que representan figuras y rostros
humanos, animales y viviendas.
La influencia olmeca a
la cultura mezcala es inobjetable, tanto por su cosmovisión del mundo, como por
la característica del hombre jaguar; otro rasgo esencial de la influencia
olmeca fue el agrupamiento de las aldeas dispersas, la construcción de templos
ceremoniales y el establecimiento de una organización política, cultural y
religiosa, administrada por sacerdotes que fueron asumiendo funciones de
gobierno.
Más adelante se
incorporó el modelo Teotihuacano, integrando el juego de pelota que tenía un carácter
ritualistico así como la escultura de piedra; estableció relaciones comerciales
con los pueblos distantes por medio terrestre, fluvial y marítimos que ya en el
siglo VII hicieron posible un intercambio cultural intenso y aportaron nuevos
elementos a los pueblos, hasta Sudamérica. Foto: Visión 2000 Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx
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