domingo, 9 de noviembre de 2014




LO QUE VIENE
Señoras y señores, paradójicamente el apremio por declarar muertos a los estudiantes desaparecidos, con el intento de reducir la avalancha política y mediática ahora no sólo cae contundentemente sobre Rogelio Ortega, sino sobre el propio EPN ante las violaciones de derechos humanos que representan los hechos de Tlataya (que involucra militares en un estado priista) empero, sobre todo Iguala donde han pulverizado al PRD, sumado al movimiento politécnico que ha desembocado en una rebelión juvenil en varias entidades del país.

Las consecuencias de la siembra de la inconformidad social, que se arrastra desde la generación del 68, que junto con la explosión demográfica se ramificaron con el reclamo democrático, configuran el panorama social.

No es lo mismo una magna movilización politécnica en pleno orden, que la enorme expresión nacional exigiendo la aparición de los normalistas de Ayotzinapa y los grupos anarquistas (violentos como los catalogan la clase política vía sus medios) que alientan veleidades guerrilleras, hoy día desligadas del pueblo que incluso servirían al gobierno para hacer abortar el crecimiento de la protesta y de la conciencia popular en una huelga estudiantil-campesina-obrera.

La generación 2014 de primer año de Ayotzinapa tenía 140 alumnos y se ha quedado con 42 (perdiendo el 30% de sus alumnos), una generación diezmada pero que se convierten en bandera de gran coraje entre sus simpatizantes que seguirán recrudeciendo sus acciones no nada más en Guerrero.

Luego entonces, no se prevé la resistencia civil organizada, pero si el incremento de los hechos de violencia, multivariada desde los sectores juveniles de la educación superior, pública y privada y egresados de este sistema, el magisterio disidente y la generalización de las policías comunitarias con un fuerte efecto en las fuerzas armadas. Se incorporará el desempleo profesional.

Con 53.3 millones de mexicanos en extrema pobreza (como los padres de los 43 normalistas desaparecidos), EPN y Rogelio Ortega ya no enfrentan a un movimiento #YoSoy132 y a los detractores de la histórica guerrilla en Guerrero, quienes exigen su renuncia.

Empero no se pide un cambio político, sin proponer una alternativa, lo que implica un salto al vacío que no puede convencer a la mayoría de la población, que aunque horrorizada por la represión, sigue siendo pasiva y conservadora sin paros simbólicos generalizados.

En este marco y pese a la crisis, a las 02:35 a.m. de este domingo 09 de noviembre del 2014, despegó el avión de EPN para participar en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC); además realizará una visita de Estado y acudirá a la Cumbre del G-20, con la idea de dejar en el ambiente de que los estudiantes y los maestros son los violentos y que el impartirá justicia y después del carpetazo firmar otro pacto entre el PRD, PAN, PVEM y PANAL algunas ONG´s.

La opinión pública nacional habla de no encontrar salida a todo ese odio y frustración, de que no existe la posibilidad de hacer contacto entre pueblo y gobierno para establecer comunicación.

EPN nació del fraude y con una imagen deteriorada que crece en más sectores sociales y países del mundo; continua con la administración de la crisis con una fallida esquizofrenia discursiva, hoy depende del ejército con lazos en el narcotráfico.

Rogelio Ortega, gobernador de Guerrero insiste en su marcha por la paz cuando su administración día a día pierde más legitimidad e insiste en que hace falta un milagro, cuando no ha tenido oficio y congruencia. Se entiende que en la semana sino pide su licencia estarían desapareciendo los poderes en Guerrero. Con la finalidad de cerrar el Congreso, reorganizar el Estado y organizar las próximas elecciones al servicio de la misma clase política.


Trasciende que los padres de los normalistas se estarían reuniendo con Miguel Angel Osorio Chong hasta el próximo miércoles en cumplimiento de los acuerdos con EPN. Foto: CSPR Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx

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