domingo, 16 de noviembre de 2014



ESTADO FALLIDO

Señoras y señores, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Chiapas y el DF, han experimentado desde la conquista de los pueblos originarios, y posteriormente de la española el estallido social. La analogía con 1994, potencializa la desestabilización asociado a la indignación y procuración de justicia de parte del Estado Mexicano representado en grupos como el salinismo y su actual figura de EPN contra el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Teniendo 2 opciones básicas: por un lado la lucha pacífica (legal e ilegal), y la segunda la armada, la cual la historia muestra que la segunda es irrenunciable porque difícilmente tiene respaldo popular, pero deja espacio para la resignación bajo la esperanza del cambio social.

Hoy día, el recordatorio de la pobreza, aislamiento, impunidad, que persiste en amplias regiones del país que en estos momentos recorren estratégicamente las 3 caravanas con los padres de familia de los 43 normalistas desaparecidos, buscan hacer ver que la lucha armada y el derrocamiento del Estado son la solución a los problemas de la nación, los cuales buscaran hacer confluir en la plaza de la Constitución el 20 de noviembre por medio de una multitudinaria marcha.

Reactivándose actores que si bien tienen su origen en la década de los 70´s habían dejado las armas refugiándose en expresiones como el Frente Popular Revolucionario (FPR) y la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).

El gobierno federal filtra que estas acciones (de los últimos dos años) son las que perversamente anhelan los más radicales izquierdosos, como método para oponerse a la reforma educativa y como una venganza por su derrota política y legislativa; la administración federal agota día a día el espacio para la solución pacifica.

Puesto que la investigación sobre lo acontecido en Iguala sigue manejada por medio de contradicciones,  persistiendo a través de medios de información (sobre todo la red de la televisión nacional) que todo sigue normal, a pesar de que la legitimidad ha terminado por disolverse sobre todo ante los intereses de EUA desde la “Casa Blanca”.

La desestabilización viene del magisterio radical en Guerrero, Michoacán y Oaxaca; pasando de la insurgencia a la etapa de la protesta popular, sin embargo, otros grupos organizados han visto la oportunidad de confrontar a las instituciones y avanzar sobre su visión sobre el poder y la política.

Con hechos de agitación, cada vez más delictivos, desenfrenados y retadores, y con el pretexto de la manifestación, los ataques callejeros se aproximan a niveles de medición de capacidad de fuego por enfrentamientos entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), CETEG y los autodenominados Ejército Popular Revolucionario (EPR) y Ejercito Revolucionario Popular Insurgente (ERPI) contra los grupos de narcotraficantes de “Guerreros Unidos” y “Los Rojos”, con la presencia de los cuerpos armados del Ejercito y la Marina.

Siempre ha habido mayor narcotráfico en el norte del país y grupos violentos con capacidad económica internacional, no obstante la militarización del estado ha sido constante y en incremento, porque históricamente en el sur siempre ha persistido la guerrilla.

Los cuales sumaran reacciones de anarquistas nativos, que aparentemente cree el gobierno federal no tienen ni ideología ni propuesta (policías comunitarias), enviando acciones de “contención” con el discurso de que la violencia genera más violencia, pero utilizando la formula de atacar el sentimiento de esperanza, para disminuir la motivación del cambio social.

Se esperaba que EPN hiciera una aparición pública en Guerrero en esta semana, con integrantes del gabinete anunciando la renuncia de algunos funcionarios de su gabinete e intentar mandar un mensaje de estabilidad y trabajo frente a las manifestaciones y protestas.

Sin embargo, la CNTE ya prepara su regreso a la Ciudad de México apropiándose nuevamente del zócalo y del monumento a la Revolución, hacia el 20 de noviembre, empero no sólo en las planchas del DF, sino en ranchos y pueblos, barrios, colonias y demás zonas marginales.


Desatándose un Estado fallido que ha sido construido en las ultimas 8 décadas para evitar la mayor pesadilla de las élites, una segunda Revolución. La paz, o la pacificación cabal no son de voluntarismos o fantasías comunes. Foto: Internet Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx

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