“MOVER
A MEXICO”
Señoras y señores, por enésima
ocasión hemos escuchado de EPN otra ridiculez: “no queremos una política asistencialista”,
cuando lo que está haciendo es precisamente eso, “entregar apoyos” en sus eventos
faraónicos en donde cada vez se muestra más descompuesto, luego de que la
selección nacional de futbol no le pudo cumplir el esperanzado “quinto” partido
en el mundial de Brasil.
La política económica,
se ha circunscrito al objetivo de la inflación y ha relegado los objetivos de
crecimiento y empleo, pues es obvio que la globalización limita el manejo de “su
política económica”, la cual la tiene subordinada a los intereses
internacionales perdiendo el manejo soberano.
Así que no teniendo
condiciones productivas, ni manejo soberano de la política económica para
encarar los “shock externos”, la falta de condiciones internas de crecimiento y
de competitividad, nos lleva a depender de la entrada de capitales; es decir, la
estabilidad macroeconómica depende de los “atractivos de inversión que ofrece
EPN con su desgastado discurso de las reformas estructurales”, pues aun con
gran campaña publicitaria afirma que por medio de ellas impulsará el
crecimiento, cuando a ojos vistos lo único que se acentúa es la concentración y
extranjerización de la economía.
Se habla de
responsabilidad fiscal, nada más para justificar políticas al sector
financiero, pero es una realidad que cada vez nos alcanza para menos y todavía hay
unos lusos que pensaron que hasta el costo de la luz, el gas y la gasolina, bajarían
de precio. Este sábado vendrá el primer gasolinazo del segundo semestre.
Otra vez, la
generalización de la política de “disciplina fiscal”, a lo único que lleva es a
la desaceleración de la dinámica económica, pues muchos micro empresarios y con
énfasis modestos negocios como tendajones, talleres o restaurantes, prefieren quedarse
en la informalidad que tener sus “timbres electrónicos”.
Con la mismas bases históricas
del INEGI, nos podemos percatar de la dramática caída del salario mexicano por
lo menos desde 1975 hasta el 2013, donde gráficamente se registra que no se
tiene política para crecimiento y bienestar social y si a caso en algunos
momentos lo único que han hecho es la pantomima de reducir inflación empero,
construyendo demanda y abaratando el dólar.
Citando nuevamente al
IEGI, México en su Producto Interno Bruto (PIB) de crecimiento anual sexenal a
reportado de 1971-1976 un 6.4%, de 1977-1982 (el Milagro Mexicano) 7.1%, de 1983-1988
un 1.1%, de 1989-1994 un 4%, de 1995-2000 un 3.4%, de 2001-2006 un 2.1% y de 2007-2012
un 1.9%; y per cápita ha sido peor, registrando de 1983 a 1988 un -0.9%.
Pues por supuesto que ha
aumentado la exclusión social, somos un país de “subocupados” y en los trabajos
más mal pagados e informales, aumentando con mayor rapidez por lo menos desde
el 2005, donde a la par han venido disminuyendo los trabajadores sindicalizados
porque ahora a las administraciones públicas y privadas sólo les interesa “dar
chamba por contratos”, generando más pobreza y migración.
Los técnicos lo
reafirman: “La política económica predominante atenta sobre las condiciones
endógenas de acumulación, atenta el desarrollo industrial y agrícola, y la generación
de empleo, aumenta el desempleo, subempleo y la exclusión social”; en otras
palabras, no se puede dejar a la economía a los intereses de mercado y del
sector financiero.
Para tener un
crecimiento, generar empleo y mejorar la distribución del ingreso, se requiere
dejar las economías “predominantes”, con un control de la moneda para flexibilizar
la política económica a favor, pues los países soberanos que controlan su
moneda no tienen restricción financiera, direccionan su gasto con una
estrategia hacia adentro y no hacia afuera.
Pero con un papel de
gobierno en la política de expansión, o sea, la inyección de liquidez que dé dinámica
económica que nos lleve al objetivo del pleno empleo y la satisfacción de las
demandas de la población, para lo cual debe apuntalar el crecimiento de la
capacidad productiva, productividad y bienestar social.
Evitando gastos onerosos
del erario y el sector externo para evitar presiones especulativas que
desquicien la actividad económica, como la compra de un avión, y esos desfiles mediáticos
que a EPN nieto le interesan, como que desde el “aire” se vea su eslogan hecho con
tractores de “Mover a México”. Foto: PR Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx
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