miércoles, 2 de julio de 2014



“MOVER A MEXICO”

Señoras y señores, por enésima ocasión hemos escuchado de EPN otra ridiculez: “no queremos una política asistencialista”, cuando lo que está haciendo es precisamente eso, “entregar apoyos” en sus eventos faraónicos en donde cada vez se muestra más descompuesto, luego de que la selección nacional de futbol no le pudo cumplir el esperanzado “quinto” partido en el mundial de Brasil.

La política económica, se ha circunscrito al objetivo de la inflación y ha relegado los objetivos de crecimiento y empleo, pues es obvio que la globalización limita el manejo de “su política económica”, la cual la tiene subordinada a los intereses internacionales perdiendo el manejo soberano.

Así que no teniendo condiciones productivas, ni manejo soberano de la política económica para encarar los “shock externos”, la falta de condiciones internas de crecimiento y de competitividad, nos lleva a depender de la entrada de capitales; es decir, la estabilidad macroeconómica depende de los “atractivos de inversión que ofrece EPN con su desgastado discurso de las reformas estructurales”, pues aun con gran campaña publicitaria afirma que por medio de ellas impulsará el crecimiento, cuando a ojos vistos lo único que se acentúa es la concentración y extranjerización de la economía.

Se habla de responsabilidad fiscal, nada más para justificar políticas al sector financiero, pero es una realidad que cada vez nos alcanza para menos y todavía hay unos lusos que pensaron que hasta el costo de la luz, el gas y la gasolina, bajarían de precio. Este sábado vendrá el primer gasolinazo del segundo semestre.

Otra vez, la generalización de la política de “disciplina fiscal”, a lo único que lleva es a la desaceleración de la dinámica económica, pues muchos micro empresarios y con énfasis modestos negocios como tendajones, talleres o restaurantes, prefieren quedarse en la informalidad que tener sus “timbres electrónicos”.

Con la mismas bases históricas del INEGI, nos podemos percatar de la dramática caída del salario mexicano por lo menos desde 1975 hasta el 2013, donde gráficamente se registra que no se tiene política para crecimiento y bienestar social y si a caso en algunos momentos lo único que han hecho es la pantomima de reducir inflación empero, construyendo demanda y abaratando el dólar.

Citando nuevamente al IEGI, México en su Producto Interno Bruto (PIB) de crecimiento anual sexenal a reportado de 1971-1976 un 6.4%, de 1977-1982 (el Milagro Mexicano) 7.1%, de 1983-1988 un 1.1%, de 1989-1994 un 4%, de 1995-2000 un 3.4%, de 2001-2006 un 2.1% y de 2007-2012 un 1.9%; y per cápita ha sido peor, registrando de 1983 a 1988 un -0.9%.

Pues por supuesto que ha aumentado la exclusión social, somos un país de “subocupados” y en los trabajos más mal pagados e informales, aumentando con mayor rapidez por lo menos desde el 2005, donde a la par han venido disminuyendo los trabajadores sindicalizados porque ahora a las administraciones públicas y privadas sólo les interesa “dar chamba por contratos”, generando más pobreza y migración.

Los técnicos lo reafirman: “La política económica predominante atenta sobre las condiciones endógenas de acumulación, atenta el desarrollo industrial y agrícola, y la generación de empleo, aumenta el desempleo, subempleo y la exclusión social”; en otras palabras, no se puede dejar a la economía a los intereses de mercado y del sector financiero.

Para tener un crecimiento, generar empleo y mejorar la distribución del ingreso, se requiere dejar las economías “predominantes”, con un control de la moneda para flexibilizar la política económica a favor, pues los países soberanos que controlan su moneda no tienen restricción financiera, direccionan su gasto con una estrategia hacia adentro y no hacia afuera.

Pero con un papel de gobierno en la política de expansión, o sea, la inyección de liquidez que dé dinámica económica que nos lleve al objetivo del pleno empleo y la satisfacción de las demandas de la población, para lo cual debe apuntalar el crecimiento de la capacidad productiva, productividad y bienestar social.


Evitando gastos onerosos del erario y el sector externo para evitar presiones especulativas que desquicien la actividad económica, como la compra de un avión, y esos desfiles mediáticos que a EPN nieto le interesan, como que desde el “aire” se vea su eslogan hecho con tractores de “Mover a México”. Foto: PR Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx

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