HASTA
LUEGO CHILO
Señoras y señores, vago
por convicción el buen Isidro Ortiz Bernal, mejor conocido en estos lares como “Chilo”,
dejó estas tierras que adoptó como su última morada para ir rumbo al Eterno
Oriente; ni hablar, se nos adelantó un asesor inmejorable en materia de lectura
y música, así como de buen humor.
Imagen y semejanza de
ese gran chaman de las calles, del mundo mundano, defensor del condón y la
libertad, hoy deja una huella profunda, sus pasos en la plaza cívica o en la rectoría
no se verán más, pero su decir critico ha quedado inmortalizado en los diálogos
de siempre.
Mezcal y pozole, hojas
y notas musicales, promotor incansable del canto autóctono, solidario con el
pensamiento, bueno para el ajedrez, meticuloso a la hora de de vivir el día a
día, receptor de múltiples promesas de rectorcillos y diputadetes, que al final
de los días fueron desnudados por quien solo alcanzo una choza de madera y plásticos.
¿Pero qué más podía exigir
un trotamundos de abolengo”, estoy seguro que va a reencarnar en otro vago,
pues aun le quedaron algunas cosas pendientes, como ver el día en que los vagos
arriben al poder, el día en que los librepensadores verdaderamente hagan algo
por sus prójimos.
Arajo Chilo, hay gente
que no hace nada y siguen como si nada, y quienes se atreven a abrir un buen libro les da un infarto
fulminante ¿es el precio del viaje?, ahora si vas a poder escuchar las
trompetas celestiales, si es que antes no te pones a vender audio cintas en el
purgatorio.
Melena y barba blanca,
el Moisés de las letras, profanador de secretos culturales, loco por
naturaleza, apasionado por el aire de la mañana y paisaje urbano del fotógrafo cotidiano,
no más Chilo, no más batallas y conspiraciones contra la ignorancia, vaya pues,
seguramente ahora si tendrás un homenaje y hasta un recital en tu memoria.
Como dicen los textos inútiles:
“Hay canciones que cuando cierras los ojos se convierten en personas, no bastó
que te besara la muerte, ahí donde acudieron toros y ogros, para obtener el
elixir de la eterna juventud, pues quien lee, vive mil vidas antes de morir,
porque el que no lee, solo vive una vida”.
En fin, que ahora no
pasaras de 3 metros bajo tierra, el físico, porque la energía que proyectas todavía
da para seguir derramando tinta y buenos deseos, pero aunque ya no leas estas líneas,
“acuérdate que hay un dios que todo lo ve”, ateos, roqueros, ciclistas, futbolistas,
tiros y troyanos, pero en especial los
vagos, a tus 73 años Chichihualco y otros puntos geométricos te extrañaremos,
hasta luego Chilo. Fotos: KG comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx
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