AL
DESCUBIERTO
Señoras y señores,
literalmente volví el estomago, al ver y oír como hipócritas como Javier Saldaña
Almazán o Héctor Astudillo Flores, Manuel Añorve Baños, Mario Moreno Arcos y
Francisco Javier García, entre otra retailada de la podrida clase política en
Guerrero y particularmente Chilpancingo, se amparan de los medios locales de
información para difundir lo que quieren para las próximas elecciones, a pesar
de la crisis que vivimos.
Iguala, es el caso más
claro de cómo el crimen organizado está en cargos de influencia y además son
los responsables de esta atroz realidad; los problemas que tiene Guerrero es
producto de esta “debilidad de las instituciones”, a la que ellos han y siguen
promoviendo desde los espacios que ostentan.
Empero,
lamentablemente, tendría que venir un “escándalo” de dimensiones internacionales
y nacionales, para que se dé a conocer a la opinión pública como han desfalcado
las arcas y el enriquecimiento ilícito que mantienen en compra de residencias,
caballos, autos y otros lujos de los que hemos dado cuenta durante los últimos años.
La opacidad es su mejor
terreno, lejos del escrutinio ciudadano, incluso, hay información que no se
puede ni solicitar, mucho menos exigirles la rendición de cuentas, pero lo rescatable
de esto -aunque para muchos parezca un grito en el desierto-, es que se sigue haciendo
el intento por comunicar los vínculos entre autoridades y la delincuencia
organizada.
El momento de
insurgencia que se vive, y que –no porque lo diga la CETEG-, pero muy
probablemente no habrá elecciones, pues no basta ya con compartir información
para investigar a los probables candidatos, cuando por lo menos desde hace más
de cinco meses hemos dicho que todo estaba siendo preparado para poder “atraer
las elecciones desde el centralismo” representado por el INE.
Hoy muchos piensan en
una “blanca navidad”, su financiamiento de campañas para el “día D”, imponiendo
a personas que están a sus servicio y que se creen dueños de todo, de las
calles hablando por celular en medio sin importar la “cola” de autos, golpear vehículos
y darse a la fuga, procurando la ley del “viejo oeste”.
En teoría se dice que
la vida de los mexicanos se desarrolla en los municipios y que se supone que
las políticas públicas son para resolver los problemas nacionales y los
ciudadanos tengan garantías para su seguridad, pero eso, sigue siendo sólo
letra para sus demagógicos discursos y premios pagados en nuestro Estado
fallido, en donde ahora les otorgan medallas como “el merito ciudadano” “o trofeos
como el de “mejor alcalde”. “Que asco”. Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx
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