martes, 9 de diciembre de 2014



AL DESCUBIERTO

Señoras y señores, literalmente volví el estomago, al ver y oír como hipócritas como Javier Saldaña Almazán o Héctor Astudillo Flores, Manuel Añorve Baños, Mario Moreno Arcos y Francisco Javier García, entre otra retailada de la podrida clase política en Guerrero y particularmente Chilpancingo, se amparan de los medios locales de información para difundir lo que quieren para las próximas elecciones, a pesar de la crisis que vivimos.

Iguala, es el caso más claro de cómo el crimen organizado está en cargos de influencia y además son los responsables de esta atroz realidad; los problemas que tiene Guerrero es producto de esta “debilidad de las instituciones”, a la que ellos han y siguen promoviendo desde los espacios que ostentan.

Empero, lamentablemente, tendría que venir un “escándalo” de dimensiones internacionales y nacionales, para que se dé a conocer a la opinión pública como han desfalcado las arcas y el enriquecimiento ilícito que mantienen en compra de residencias, caballos, autos y otros lujos de los que hemos dado cuenta durante los últimos años.

La opacidad es su mejor terreno, lejos del escrutinio ciudadano, incluso, hay información que no se puede ni solicitar, mucho menos exigirles la rendición de cuentas, pero lo rescatable de esto -aunque para muchos parezca un grito en el desierto-, es que se sigue haciendo el intento por comunicar los vínculos entre autoridades y la delincuencia organizada.

El momento de insurgencia que se vive, y que –no porque lo diga la CETEG-, pero muy probablemente no habrá elecciones, pues no basta ya con compartir información para investigar a los probables candidatos, cuando por lo menos desde hace más de cinco meses hemos dicho que todo estaba siendo preparado para poder “atraer las elecciones desde el centralismo” representado por el INE.

Hoy muchos piensan en una “blanca navidad”, su financiamiento de campañas para el “día D”, imponiendo a personas que están a sus servicio y que se creen dueños de todo, de las calles hablando por celular en medio sin importar la “cola” de autos, golpear vehículos y darse a la fuga, procurando la ley del “viejo oeste”.
  

En teoría se dice que la vida de los mexicanos se desarrolla en los municipios y que se supone que las políticas públicas son para resolver los problemas nacionales y los ciudadanos tengan garantías para su seguridad, pero eso, sigue siendo sólo letra para sus demagógicos discursos y premios pagados en nuestro Estado fallido, en donde ahora les otorgan medallas como “el merito ciudadano” “o trofeos como el de “mejor alcalde”. “Que asco”. Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx

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