domingo, 12 de abril de 2015

¿QUIEN TRAICIONO A QUIEN? Señoras y señores, casi iniciando este 2015 en una buena cafetería –“Tres Cerros”, donde verdaderamente se vende el aromático de altura de Atoyac-, me encontré al maestro Jaime Solís Robledo, con quien intercambiamos buenas historias saliendo a colación su libro donde expresa la historia de Emiliano Zapata Salazar y Victorino Barcenas Betancourt. Donde nos platica del amor que le profesaban a los caballos, su habilidad para manejar estas nobles bestias, pero sobre todo del hecho histórico que se registró un fatídico jueves 10 de abril de 1919 a eso de las 14:15 horas en la ex hacienda de Chinameca, en el estado de Morelos. Y que dice el autor está comprobado que Emiliano escuchó la balacera desde la “piedra Encimada” cuando intentaba dar cuenta a una rebanada de sandia que estrelló contra el suelo; lectura recomendada para mentes abiertas que gustan de tener un panorama más amplio y sobre todo del dudar. La editorial “Los Reyes” pone en la mesa un punto de vista de alguien que ve a los anquilosados de siempre, corruptos, aferrados al pasado que lucran con el ideal zapatista, mafiosos convenencieros, enemigos de la democracia y de la tolerancia política, empero, pone en sus manos una investigación de los acontecimientos para que llegue a su propio punto de vista y juicio de valor. Aderezado de detalles de dolores estomacales, mole de guajolote y costalillas de cervezas y hasta muchachas para bailar; donde se pertenecía a algún bando para cuidar el patrimonio y donde la charrería (monta, lazos y el jineteo de reses y finos caballos) era una tarea cotidiana en puntos geométricos como Ometepec, Tlapa, Chilpancingo, Iguala y Acapulco y por supuesto Huitzuco y Tlapala en el momento del triunfo maderista. Guerrero, Puebla, DF, Tlaxcala e Hidalgo, son retratados por el maestro Solís Robledo, que tiene planes de regresar a su natal Chiapas en medio de su jubilación, luego de haber dedicado gran parte de su vida al magisterio y hoy día me ha firmado este libro el cual por si mismo tiene un encanto especial para el eterno aprendiz, aunque muchos se resistan a bajar de su pedestal a Emiliano Zapata. De Tixtla a las riberas del Mezcala, del cerro de Tlacuixila a las cercanías de Zitlala, donde se enmarcó el pillaje sangriento, hasta la humillación de Atlixco, Puebla, pero que no obstante el zapatismo logró salir avante gracias a la opinión pública generada a nivel internacional, sobre todo luego de la publicación de Gates, periodista estadounidense que a finales de 1918 visito los campamentos para escribir el afamado reportaje. Como dejar de mencionar al “As de Oros”, lujoso “cuaco” regalado en la pequeña estación de ferrocarril de Jonacatepec, regalo de Guajardo a Zapata, empero con énfasis el doble de Emiliano, su compadre Agustín Cortés, nacido en Tepoztlán –en el barrio de San Miguel-, y con quien tenía un asombroso parecido físico. Hasta de la amistad de Emiliano Zapata con Pedro Slim –quien fuese tío de Carlos Slim, actualmente el hombre más rico del orbe y que apoyó financieramente a la causa zapatista- y quien señala ayudó a embarcar a Zapata desde Acapulco rumbo a Arabia; Así las cosas, para que le sigo platicando más, no se va arrepentir de dar lectura a este bien ambientado relato. Foto: LVCh Comentarios: www.noesegurasalazar.blogspot.mx

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